Un día se me acabaron las metáforas y no tuve otra opción que decir lo que sentía de una manera directa y clara. Mantuve abierta la razón y guardé las lágrimas de felicidad. Sonreí, te miré y te dije exactamente lo que sabías que sentías, pero que no querías escuchar. Desde ese día todo nos sale mal, pero aún así jugamos con el destino. Discutimos sobre las muchas razones para que ya no estemos juntos, "no eres tú, soy yo", "esto se ha vuelto demencial", "monotonía", "falta de aire" y muchas más, pero es ESO, ese "algo" que nos obliga a estar, a mirarnos, abrazarnos y soñarnos al menos una vez en el día. Es ese "algo" que nos mantiene unidos, nos mantiene en armonía y en unión perfecta. Aunque todos piensen que estamos desencajados mentalmente, aunque aveces olvidemos quiénes somos y qué queremos en la vida, es que yo dejaria tanto para volver, volver a tenerte pero ya nos conocemos tanto, manias, cuerpo y alma que estar en relacion seria aprender lo ya sabido. Al final siempre recordamos los buenos años, aquellos que no volverán, pero que tratamos de imitar durante los muchos años que nos quedan.Y tienes razón, esto se volvió demencial. Esa es la mejor parte.