martes

Donnie: porque llevas puesto ese estupido disfraz de conejo?
Frank: porque llevas puesto ese esupido disfraz de hombre?

Antes de volver a decirle algo que no encajaba en aquel momento, volvió a darle un beso en la mejilla y se dirigió a la puerta. Él todavía seguía observando el fuego, ella le pidió, delicadamente, que fuese a abrirla.
Ralf se levanto y ella le explico que, aunque le alegrase verlo observando el fuego, los brasileños tienen una extraña superstición: cuando visitan a alguien por primera vez, no pueden abrir la puerta al salir, porque si lo hacen, jamás volverán a esa casa.
-Y yo quiero volver
-Aunque no nos hayamos quitado la ropa y no haya entrado en ti, ni siquiera te haya tocado, hemos hecho el amor.
Ella rió. Él se ofreció a llevarla a casa, pero María lo rechazó
-Iré a verte mañana a tu casa.
-No lo hagas. Espera una semana. He aprendido que esperar es la parte mas difícil, y también quiero acostumbrarme a eso; saber que tú estas conmigo, aunque no estés a mí lado.




-Once minutos. Paulo Coelho

lunes

No puedo ni siquiera pensar en acostarme.
El mundo me da vueltas y la pelicula se rompió.
La protagonista eligió lo fácil, su bien.

sábado

Es el mismo que esta sentado ahora al borde de mi cama, en silencio, con la cabeza entre las manos. Acaba de despegarse del vidrio de la ventana donde a menudo le gusta mirar a la gente pasar, esperaba mi regreso. me dice que ha ratos se cansa de hacerlo, que nunca acabaremos por encontrarnos...o tal vez si.
Lo que él no sabe es que quiero dormir, tener otro sueño.
Digo otro por que él es un sueño, o parte de el. Otro sueño mas suave, en el que consiga margaritas en mi cara, en el que no me desgaste, es que yo ya estoy cansada.
Déjame descansar, de otra manera acabaras por perderte entre los agujeros de unos tantos balazos al azar del corazón de esta mujer desbaratada por el desgaste y rutina de los hombres.